¿Así que has decidido hacerte con un conejo? Pues es una de las mejores decisiones que una persona puede tomar. Este animal es relativamente pequeño, capaz de vivir feliz incluso en un apartamento, y que no es muy difícil de cuidar.
Pero si es la primera vez que vas a convivir con uno, es normal tener muchas dudas sobre qué darle de comer, si es bueno o no bañarlo,… en definitiva, sobre cómo cuidar a un conejo. Aunque no te tienes que preocupar: en este artículo voy a resolvértelas todas.
Prepara tu casa
El conejo, aunque sea pequeño, debe de vivir en libertad. A menudo se piensa que comprarle una jaula es importante, y sí, lo es, pero no es esencial. Si tiene un sitio para él en una habitación tranquila donde pueda dormir, la jaula no le será necesaria. Ahora bien, si hay niños en casa que son un poco revoltosos entonces sí que deberemos de tener al animal en ella por su propia seguridad. La rellenaremos con heno y la mantendremos lo más limpia posible, dándole un lavado a consciencia una vez por semana.
Pero aparte de la jaula, que se debe de ver más como refugio o lugar donde descansar, hay que pensar en otras cosas. Por ejemplo, si tenemos en cuenta que es un roedor hay que mantener todos los cables y, en realidad, todo aquello que pueda roer y que sea peligroso lejos de su alcance puesto que de lo contrario correría un serio riesgo de muerte.
Protege los muebles de madera
Al ser un roedor, va a tratar de masticar todo a su alcance, y podría causar serios daños al mobiliario de madera. Para evitarlo, es muy aconsejable bloquear el acceso a ellos, con protectores de plástico o listones de enrasar. De esta forma, el peludo estará bien, y nosotros podremos seguir disfrutando del mobiliario.
Conoce las plantas tóxicas para conejos
Además, si hay plantas en la vivienda hay que asegurarse de que no son tóxicas. Especialmente, hay que tener mucho cuidado con los helechos, musgos y bulbos ya que son muy venenosos para él, pero hay más como por ejemplo:
- Alocasia
- Asclepias
- Buddleja
- Cicuta
- Cotinus
- Cyclamen
- Digitalis
- Dracaena
- Euphorbia
- Hydrangea
- Ilex aquifolium
- Iris spp
- Laurus nobilis
- Ligustrum japonicum
- Lonicera caprifolium
- Magnolia
- Melia azedarach
- Nerium oleander
- Nicotiana
- Oxalis
- Paeonia spp
- Philodendron spp
- Ricinus communis
- Solanum spp
- Toxicodendron radicans
- Wisteria spp
Si tenemos alguna de estas, lo ideal es que las coloquemos en un mueble alto, donde no pueda llegar ni aunque salte. En caso de que dudemos de alguna, consultaremos con un veterinario.
Dale un alimento de calidad
Seguramente nos hayan dicho o hayamos leído alguna vez aquello de que »somos lo que comemos». Pues bien, esto también se puede decir del conejo. Además de asegurarnos de que tiene siempre agua limpia y fresca a libre disposición, es importante que le proporcionemos sobretodo verduras frescas, y frutas dos veces por semana. También le podremos dar pienso específico de alta calidad, pues así gozará de un sistema inmunológico sano y fuerte.
Cuida de su higiene
Pelaje
Aunque es un animal bastante limpio, que se dedica a acicalarse varias veces al día, es necesario que lo acostumbremos a la rutina del peinado. Para ello, lo que haremos será coger un peine de esos de plástico, se lo enseñaremos y dejaremos que lo huela, y luego se lo pasaremos primero por su cabecita con suavidad y a continuación por el resto del cuerpo. Durante todo el rato hay que estar tranquilos, puesto que de lo contrario el animal podría asociar el peine con algo malo, como una señal de peligro.
No es necesario bañarlo, pero si se ensucia demasiado le pasaremos un trapo húmedo y lo secaremos con un trapo seco.
Uñas y dientes
Tanto las uñas como los dientes del conejo crecen durante toda la vida, lo cual en estado salvaje no es un problema. Ahora, que cuando pasa a vivir con nosotros debemos de procurar cortarle las uñas una vez cada 4 o 6 semanas con un cortauñas específico para conejos. Pero, ¿cómo se hace?
Con la ayuda de una o de dos personas, cogeremos la uña y cortaremos por la parte blanca. Si es oscura, nos ayudaremos enfocando una luz para poder ver dónde está la parte roja, es decir, la carne viva, y así asegurarnos de que no le hacemos daño. Pero así y todo, tenemos que tener a mano un anticoagulante, por si acaso.
En cuanto a los dientes, bastará con darle una madera para roer desde el primer día.
Caja de arena
Aunque nos cueste creerlo, este es un peludo que tiende a hacer sus necesidades en un único sitio. Podemos aprovecharnos de ello y colocarle una caja con -por este orden-: papel de periódico reciclado, arena para conejos y heno. Sí, sí, heno también. A él le suele gustar hacer sus necesidades y comer al mismo tiempo, por muy poco higiénico que nos parezca.
Pasa tiempo con él
Nunca debe ser tratado como un objeto, ni tampoco debe de haberse adquirido por capricho. Si queremos que sea feliz, procuraremos que haga vida con nosotros, su familia. Por ello, le daremos la oportunidad, todos los días, de explorar la casa, de que curiosee, de que se divierta,… en fin, de que haga vida de conejo en interior. En el caso de que tengamos patio o jardín, le pondremos un recinto lo más amplio posible y seguro y lo llevaremos ahí un ratito diariamente.
Llévalo al veterinario
Por último y no menos importante, hay que llevarlo al veterinario cada vez que sea necesario. Es un animal de presa y, por lo tanto, no suele ser fácil saber cuándo está enfermo. Por ello, hay que vigilarlo todos los días para detectar cualquier pequeño cambio que se produzca en su rutina. Por ejemplo, si notamos que come menos, que está apático o con menos interés, si tiene problemas para hacer sus necesidades, o si muestra cualquier otro síntoma sospechoso, lo llevaremos al especialista.
Y con esto terminamos. Espero que hayas aprendido mucho acerca de cómo cuidar a un conejo. 🙂