El conejo holandés es un peludo adorable, con unos colores que llaman mucho la atención. Su mirada es preciosa, pues tiene unos ojos almendrados que permanecen atentos a todo lo que pasa a su alrededor.
Sus cuidados no son muy difíciles, aunque por supuesto es muy recomendable conocerlo en profundidad para que podamos proporcionarle la mejor vida posible.
Origen e historia
El conejo holandés o Dutch es un animal que, pese a su nombre, es originario de Inglaterra. Lo que pasó fue que durante el siglo XIX llegó desde Bélgica el Petit Brabançon con el objetivo de servir como consumo humano. Pero poco después se crió y se domesticó para que se pudiera tener como un miembro más del hogar.
Conejo holandés enano
Se trata de una variedad con un peso que puede variar mucho dependiendo del país. Por ejemplo, en Francia oscila entre los mil y los mil 200 gramos, mientras que en Inglaterra es de hasta 900g.
Características físicas
Nuestro protagonista tiene el cuerpo compacto con un pelo negro, chocolate o ceniza con una franja blanca que divide el cuerpo en dos. Las orejas son medianas, acabadas en punta y pequeñas. Los ojos son saltones y tiene un peso que no supera los dos kilos. Puede llegar a vivir de 8 a 10 años.
Comportamiento
En general, es un conejo muy tranquilo, cariñoso y dócil, lo cual, sumado a su reducido tamaño lo convertirá en un compañero ideal para la familia.
¿Cuáles son los cuidados?
Jaula
La jaula puede ser mediana, aunque recomendamos que sea grande para que pueda moverse y correr. En cualquier caso, debes de ponerle en el suelo paja, virutas de madera o papel para que no se ensucie. Y, por supuesto, tiene que tener un bebedero de contacto y un comedero para conejos.
Alimentación
El conejo holandés, al igual que todos los conejos, es un animal herbívoro, es decir, se alimenta de forraje, verduras, frutas y hortalizas. Así pues, será importante darle heno, pienso de alta calidad y verduras frescas. Un par de veces por semana le podremos dar frutas frescas.
Pelaje
Con un cepillo suave le podremos cepillar a contrapelo y por el lomo, poco a poco y siendo muy pacientes, ya que lo normal es durante las primeras veces se asuste.
Uñas y dientes
Las uñas y los dientes del conejo crecen durante toda la vida. Esto en la naturaleza no sería un problema, pero al vivir en cautividad hay que acostumbrarlo, desde muy jovencito, a la rutina del corte de uñas y a masticar maderas para roer que venden en las tiendas de animales.
La primera vez que vayamos a cortarle las uñas es muy aconsejable que lo haga un veterinario, ya que así él nos dirá por dónde podemos cortar, puesto que no hay que cortar nunca por la parte rosada.
Baño
No es necesario. Dedica buena parte de su tiempo a asearse, y con el cepillado y el corte de pelo es más que suficiente. Ahora bien, si sale al exterior y se ensucia mucho podemos darle un baño con agua templada y champú específico. Con mimos y paciencia podremos quitarle toda la suciedad que tenga. Luego, lo secaremos bien con una toalla.
Otras formas de mantenerlo limpio es utilizando champú en seco o toallitas húmedas que no le asustarán tanto .
Veterinario
Aunque no es un animal propenso a tener enfermedades, es importante llevarlo al veterinario nada más comprarlo para que le haga una revisión. Además, también deberemos de llevarlo cada vez que no se encuentre bien, que no quiera comer o que se encuentre apático.
¿Dónde comprar?
El conejo holandés lo podemos comprar en cualquier tienda de animales. Es una raza muy común que no nos será difícil de encontrar; incluso aunque no lo tuviera, seguramente si se lo pedimos lo traerían pronto. El precio es de 15 a 20 euros.
Y con esto terminamos. Como has visto este peludito es un animal maravilloso. Así que, ¿a qué esperas para hacerte con uno?