Si estás pensando en tener una mascota y no eres de los que te gustan los perros o los gatos, quizá tengas que optar por un conejo. Los conejos domésticos son mascota adorables, totalmente amistosas y, aunque sus cuidados tienen que ser buenos, merece la pena con tal de verlos pasear y jugar con ellos. Son mascotas a las que te unirás muy pronto y estrecharás un vínculo bastante grande. La demanda de conejos domésticos ha aumentado considerablemente, por ello, es necesario que se aprendan las nociones básicas sobre sus cuidados.
Aquí vamos a enseñarte más sobre el cuidado y las características de los conejos domésticos.
Características principales
Estos animales tienen una naturaleza bastante pacífica y tranquila, por lo que no darán muchos problemas. Sí es cierto que pueden llegar a trastear algo en la casa jugueteando. Por ejemplo, si no prestas atención a lo que está haciendo cuando lo dejas libre por la casa, puede que esté mordiendo algún que otro cable. Sin embargo, estas conductas no son más que juegos inocentes y sencillos.
La forma de ser de estos animales son idóneas para convivir con otros animales domésticos si están educados. Pueden convivir perfectamente con un gato o un perro sin dar problemas. También hay que mencionar que los conejos domésticos son mascotas que te agradecen enormemente las muestras de cariño que tienes con ellos. Son bastante inteligentes y curiosos y les puede llevar a hacer algunas cosas que te harán reír.
Pero, tal y como hemos mencionado antes, para que tu conejo esté saludable y pueda vivir bien en tu hogar, necesita que conozcas bien los cuidados principales que debes otorgarle. No podemos llevar a un conejo sin más a una casa sin conocer bien cómo debemos tratarlo. Hay miles de factores que pueden influir negativamente si desconocemos los cuidados más habituales.
Espacio e higiene
Vamos a comenzar por hablar del espacio que necesita tu mascota para vivir. Sabemos que hay jaulas para conejos, pero obviamente no van a estar siempre dentro. Necesitará un espacio donde poder desplazarse y ejercitarse. La jaula debe ser lo más grande posible para que no se sienta oprimido sin poder moverse.
Dentro de la jaula colocaremos el bebedero y el comedero. También podemos utilizar heno para hacer una camita o casita donde se sienta más protegido. En cuanto al espacio para que se ejercite, basta con una terraza, o un hueco grande en una habitación. Hay que intentar educarlo para que haga sus necesidades siempre en la misma parte de la jaula. Así nos estará facilitando la tarea de limpieza. Esto podemos hacerlo premiándolo cada vez que haga sus necesidades en el lugar concreto dándole alguna golosina o acariciándolo suavemente.
En cuanto a la higiene, se piensa normalmente que los conejos no tienen higiene propia. Todo lo contrario, tan sólo debemos darle un lugar donde pueda defecar u orinar y educarlo para que lo haga en dicho sitio. Si no conseguimos esto, es probable que nuestro conejo padezca de alguna enfermedad. La mala higiene o una jaula demasiado pequeña puede favorecer la aparición de enfermedades a través de la propagación de bacterias.
Para que esto no ocurra, le daremos una jaula lo más grande posible, lo educaremos para que haga sus necesidades en una parte de la jaula y lo sacaremos a pasear varias veces al día. Todas estas pautas hacen que tu conejo se acostumbre y desarrolle relaciones más cálidas y sociables con los miembros de la familia. Si lo dejamos permanentemente en la jaula, veremos cómo desarrolla un temperamento frío y para nada cariñoso.
Temperatura y alimentación
La temperatura es una variable importante a tener en cuenta. Son animales bastante sensibles tanto al frío como al calor. Por ello, es recomendable que la jaula esté en lugares donde pueda resguardarse y no haya corrientes de aire. Tanto el impacto de la lluvia, como la humedad y el sol pueden hacer que tu conejo lo pase muy mal. Hay que garantizarles un lugar fuera de ese peligro de contrastes de temperatura.
Si en verano hace demasiado calor, podemos colocar al lado de su jaula un jarrón con agua congelada. Nuestra mascota se acercará al jarrón para refrescarse.
En cuanto a la alimentación, no es difícil, pero sí debe ser la acertada. Lo primero es garantizarle agua siempre. La comida se la daremos en pequeñas raciones dos veces al día. No debe disponer siempre de comida o engordará en exceso.
Uno de los componentes esenciales en la dieta de un conejo es el heno fresco. Se trata de un alimento muy nutritivo y que además le ayuda en la digestión de otros alimentos. Los granos de cebada o avena también son una buena opción. Pero no debemos sobrealimentarlos o tendrán sobrepeso desde muy pequeños. También podemos darle verduras y frutas y lo disfrutarán como auténticos niños pequeños. Sin embargo, no debemos darle en exceso dado que le puede provocar diarrea.
Salud de los conejos domésticos
El tema de la salud es algo esencial para nuestra mascota. Una de las enfermedades más habituales en estos peludos es la malocusión. Es una enfermedad en la que la mordedura de los dientes no es correcta y le hace roer de una forma equivocada. Al no roer de una forma correcta, los dientes le crecen continuamente sin parar.
Si vemos que nuestra mascota tiene malocusión, lo mejor es acudir a un especialista de inmediato. También debemos cepillarlo a diario para que no suelte pelos por toda la casa. Así también le ayudaremos a que no vomite por tragarse tantos pelos.
Las uñas es otra parte del cuerpo que requiere de cuidados. Hay que cortárselas periódicamente. Debemos aprender a cortárselas para que sufra lo mínimo. Ante la presencia de ácaros y otros parásitos, debemos utilizar un antipulgas si vemos que nuestro conejo las tiene o para prevenir. Depende también de la situación de higiene que tenga el conejo y de los lugares donde está. Si está en un jardín al aire libre y cerca de barro y macetas, es más probable que esté contagiado.
Espero que estos consejos te ayuden a cuidar bien de los conejos domésticos.